La mostaza es una planta herbácea, originaria de la cuenca mediterránea. Sus semillas sirven para preparar un condimento del mismo nombre, de sabor más o menos picante.
Existen tres variedades de mostaza: negra, fuerte y picante; la marrón oscuro, menos picante, y la blanca o amarilla, poco picante, pero con un gusto más acre.
El producto resultante de la trituración de los granos de esa planta también se denomina “mostaza“. Estos granos contiene dos componentes esenciales: el mironato y la mirosina; molidos con agua, liberan una esencia poco volátil y picante, a la que la mostaza debe su sabor específico. La mostaza blanca no contiene mironato; sin embargo entra en la fabricación de las mostazas inglesas, mezcladas con granos negros y blancos, adicionadas con cúrcuma y que se venden en polvo para que los diluya el consumidor.