El "Pretzel" ha sido un símbolo de oración y penitencia en la Iglesia antigua. En el antiguo Imperio Romano, los cristianos guardaban un ayuno muy estricto durante la Cuaresma: no tomaban leche, mantequilla, queso, huevos, crema y carne.
El pan lo hacían solamente de harina, agua y sal, como recordatorio de que la Cuaresma era un tiempo de oración. El pan lo hacían en forma de brazos cruzados porque es esos días así oraban. La palabra en latín es "bracellae" que quiere decir "bracitos" y que después los alemanes tradujeron como "pretzels".
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