4/9/10

El Aceite en la Biblia

El cultivo del olivo data desde muy antiguo. Según fuentes históricas, ya los sumerios, habitantes del sur de Babilonia, hace más de 5000 años, conocían este árbol y su maravilloso fruto: La aceituna u oliva.

La civilización egipcia también conoció el olivo, ya que en el Papiro de Eber, un libro que data de aquella época, se menciona el aceite de oliva, y estamos hablando del año 3000 a. C. Y no es de extrañar que estas personas valorasen tanto este fruto, ya que posee extraordinarias propiedades tanto alimenticias como medicinales.

Por citar algunas de sus cualidades dietéticas, diremos que las aceitunas contienen algo de proteína, hidrato de carbono, fibra, sales minerales como potasio, sodio, calcio, magnesio y hierro. También contiene vitamina A. El aceite, por su composición es muy útil para los enfermos de hígado, vesícula biliar, estómago, aparato circulatorio, piel y riñones, etc., siempre y cuando, claro está, se tome crudo, no frito. Se puede usar sobre las ensaladas, el pan o de otras maneras. Es un excelente cosmético para la piel.


El aceite también se menciona en la Biblia. Era usado como alimento (1 R. 17:12), como combustible para las lámparas del tabernáculo y del templo (Lv. 24:2), como ungüento para la piel y como medicamento para heridas (Lc. 10:34). El aceite que preparaban lo conservaban en tinajas para que no se estropease.


El aceite de aceitunas en la Biblia se cita asimismo como símbolo del Espíritu Santo:

"Veo un candelabro todo de oro, con un depósito de aceite, siete lámparas encima y siete tubos para las lámparas que están encima de él. Y junto a él dos olivos, uno a la derecha del depósito, y otro a la izquierda. Proseguí y pregunté al ángel que hablaba conmigo: "¿Qué es esto, señor mío?. El ángel que hablaba conmigo respondió: "¿No sabes qué es esto?" Dije:
"No, señor mío". Entonces respondió: "Esta es la Palabra del Señor a Zorobabel, que dice: 'No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu' —dice el Eterno Todopoderoso” (Zac. 4:1-6).

Jesús también utiliza el aceite como símbolo del Espíritu Santo:

“Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él” (Lc. 10: 33-34).


¿Te acuerdas con lo que pasó con las cinco vírgenes que no tenían aceite en sus lámparas (es decir que no dejaban que el Espíritu Santo morase en ellas)? ¿Qué pasó cuando vino el esposo? No pudieron entrar a las bodas. ¿Deseas poseer el aceite del Espíritu Santo?. Si no la recuerdas puedes verla en la entrada: Parábola de las diez virgenes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Zarza ardiendo

Moisés y la zarza ardiendo. Moisés desde pequeño fue escogido por Dios para la gran misión que era liberar al pueblo de Israel de la escla...